martes

Vivir para reconocer


A continuación, reproduzco un capítulo, que comienza con el título de arriba. Pertenece al libro “Camino interior” de Marià Corbí.

“No tenemos nada que hacer en esta hermosa Tierra, en este pequeño y maravilloso planeta; no tenemos otra tarea que cumplir que vivir para reconocer toda la maravilla que nos rodea. Vivimos para tener la posibilidad de reconocer. Reconocer es testificar que hemos visto y sentido lo que está frente a nosotros. Reconocer es decirle a todo que hemos advertido su presencia, que hemos visto su esplendor, su belleza, su inmensidad, y que nos hemos maravillado de su existencia y la hemos amado.

Ese es nuestro destino.

Somos una chispa de luz que salta del fuego de la tierra, ilumina por unos instantes lo que le rodea y se apaga volviendo otra vez a la tierra.

Hay chispas de luz grandes y pequeñas, brillantes e intensas o más tenues y débiles. No se nos pide que seamos lumbreras ni soles; no se nos pide que nuestra luz sea cegadora, sólo se nos pide que seamos lucidez y reconocimiento.

Hay una inmensidad sin fin delante de nosotros. No hay que desesperar si todo nuestro esfuerzo por arder no consigue iluminar ni consigue vibrar más que sobre unos pocos metros de la inmensidad. Nuestra naturaleza, nuestro destino, es der luz y conmoción frente a lo que hay. ¡Qué extraña y desconcertante naturaleza para unos pobres animales vivientes! Pero es también nuestro destino ser una humilde luz y un humilde calor; nadie ni nada nos sacará de esa humildad; es inútil, pues, rehuirla.

La consecuencia de este destino nuestro es ésta; sólo he de intentar llegar al máximo de lucidez y de capacidad de conmoción para poder reconocer, testificar y amar durante un corto espacio de tiempo, el de mi vida, lo que veo. Hacerlo y, luego, morir en paz. Cumpliré mi destino como ser humano si reúno toda la lucidez que he conseguido en mi vida y la ofrezco a lo que me rodea para reconocerlo; si reúno la poca capacidad de conmoverme, admirar y amar que he atesorado y la ofrezco, sin reservas, a todo y a cada cosa.

Había logrado acumular poca lucidez , poca capacidad de ver y de amar, pero no tengo más ni tampoco hay mucho más tiempo. No importa lo pobre que sea, usaré todas mis reservas para testificar que vi y que amé todo lo que me rodea, y que mientras quede tiempo intentaré acumular más visión y más amor solo para reconocer mejor.

Esa es la ocupación importante; todo lo demás debe subordinarse a esa tarea que no es propiamente una tarea.” 




domingo

La sabiduría que estás viviendo

 

Una gran sabiduría transmiten las siguientes palabras, extraídas del libro de Deepak Chopra, “El libro de los secretos”.  La primera vez que lo leí me dije, cómo es posible que todos y cada uno de nosotros no seamos conscientes de hechos tan evidentes y cotidianos, y no aprendamos toda esta sabiduría. 

El libro dice así:

"La inteligencia del cuerpo

1.                   Tienes un propósito superior

2.                   Estás en comunión con la totalidad de la vida.

T        Tu conciencia está siempre abierta al cambio: percibe momento a momento lo que ocurre en tu entorno

4.                   Aceptas a los demás como tus iguales, sin prejuicios

5.                   Afrontas cada momento con creatividad renovada, sin aferrarse a lo antiguo o lo gastado

6.                   Tu ser se mueve al ritmo del universo. Te sientes seguro y atendido

7.                    Tu concepto de eficiencia es dejar que el flujo de la vida te traiga lo que necesitas. Fuerza, control y lucha no son tu procedimiento

8.                   Sientes conexión con tu origen

9.                   Estás comprometido con la generosidad, fuente de toda abundancia

10        Valoras todos los cambios, incluso el nacimiento y la muerte, en función de la inmortalidad. Lo que menos cambia es lo más real"


Ninguno de estos temas son aspiraciones espirituales; son hechos cotidianos en el plano de las células.

"Propósito superior: cada célula del cuerpo acuerda trabajar por el bien del todo; el bienestar individual es secundario. Si es preciso, morirá para proteger al cuerpo (lo que ocurre con frecuencia). La vida de cualquier célula es muchísimo más breve que la nuestra. Las células de la piel mueren por cientos cada hora, al igual que las inmunológicas que combaten los microbios invasores. El egoísmo resulta inconcebible, incluso cuando la supervivencia de las células está en juego.

Comunión: cada célula permanece en contacto con todas las demás. Hay células mensajeras que corren en todas direcciones para notificar a los puestos avanzados más lejanos cualquier intención o deseo, por pequeño que sea. Retirarse o negarse a comunicar resulta inconcebible.

Conciencia: las células se adaptan a cada momento. Son flexibles para responder a cada situación. Mantener hábitos rígidos resulta inconcebible.

Aceptación: las células reconocen que cada una es igualmente importante. Todas las funciones del cuerpo son interdependientes. Realizarlas de manera aislada resulta inconcebible.

Creatividad: aunque cada célula cumple funciones específicas (las células hepáticas, por ejemplo, realizan 50 tareas distintas), éstas se combinan de manera creativa. Una persona puede digerir alimentos que nunca había comido, concebir pensamientos nuevos o bailar de un modo nunca visto. Aferrarse a conductas anquilosadas resulta inconcebible.

Estar: las células obedecen al ciclo universal de reposo y actividad. Aunque este ciclo se manifiesta de distintas formas (niveles hormonales fluctuantes, presión sanguínea, ritmos digestivos), su expresión más obvia es el sueño. Sigue siendo un misterio por qué necesitamos dormir, pero si no lo hacemos sufrimos disfunciones graves. El futuro del cuerpo se incuba en el silencio de la inactividad. La actividad obsesiva o la agresividad resultan inconcebibles.

Eficiencia: las células operan con la menor cantidad posible de energía. En general, sólo almacenan tres segundos de alimento y oxígeno dentro de la pared celular. Confían totalmente en que se les proveerá. El consumo excesivo de alimento, aire o agua resulta inconcebible.

Conexión: debido a su herencia genética común, las células saben que, en esencia, son iguales, el hecho de que las células hepáticas sean diferentes de las cardiacas, y las musculares de las cerebrales, no contradice su identidad colectiva, que es inalterable. En el laboratorio, una célula muscular puede transformase genéticamente en célula cardiaca refiriéndole a su origen genérico, Las células saludables permanecen vinculadas a su origen sin importar cuántas veces se divida. Vivir en aislamiento resulta inconcebible.

Dar: la actividad principal delas células es dar, lo que mantiene la integridad del resto. El compromiso total con la concesión produce automáticamente la recepción, la otra mitad de un ciclo natural. El acopio resulta inconcebible.

Inmortalidad: las células se reproducen para transmitir a su descendencia, sin restricciones, su conocimiento, experiencia y talentos. Es una clase de inmortalidad práctica; someterse a la muerte en el plano físico, pero vencerla en el no físico. La brecha generacional resulta inconcebible.

        Es lo que mis células han convenido ¿No es un pacto plenamente espiritual? La primera cualidad –seguir un propósito superior- corresponde a los atributos espirituales de renunciación o desprendimiento; dar es devolver a Dios lo que es de Dios; la inmortalidad coincide con la creencia en la vida después de la muerte. Sin embargo, al cuerpo no le conciernen los apelativos adoptados por la mente. Para él, estas cualidades son simplemente la manera en que funciona vida, el resultado dela expresión biológica dela inteligencia cósmica a lo largo de millones de años. El misterio de la vida manifestó si potencial pleno con gran paciencia y cuidad; aun hoy, el acuerdo que mantiene unido mi cuerpo parece un secreto porque, a juzgar por las apariencias, no existe. Más de 250 clases de células realizan sus actividades diarias (las 50 funciones que cumplen las células hepáticas son exclusiva de ellas y no se superponen alas de las células musculares, renales, cardíacas o cerebrales) y sería catastrófico que tan sólo una de ellas se malograra. El misterio de la vida ha encontrado el modo de expresarse perfectamente por mi conducto."

lunes

Yoga: Asanas y Pranayamas

 


Cuando oímos hablar de yoga, algunos piensan en posturas corporales imposibles y disciplines fuera del alcance del común. Esto no es correcto, igual que tampoco es correcto pensar en el yoga como una disciplina más de ejercicios gimnásticos.

El yoga es una ciencia espiritual milenaria, es una forma de encarar la vida holística, incluyendo lo material y lo espiritual. La parte más corporal, la que corresponde a los llamados asanas es la más conocida, pero su objetivo no es el que parece, poner en forma nuestro cuerpo.

Los asanas, posturas corporales, han sido creadas con el objetivo de mantener el cuerpo, un recipiente que precisa el espíritu para manifestarse,  en una forma óptima, y que permita concentrarse en la parte más sutil, y no tener que atender en tan gran medida las necesidades del mismo.

Las posturas tienen dos formas de realizarse, dinámica y estáticamente, ambas complementarias. En una tabla de asanas o ejercicios yógicos, se suceden ambas formas de ejecución. La dinámica puede confundirse con gimnasia, pero no así la estática, que consiste en realizar una postura y mantenerla durante un tiempo determinado.

Lo más importante de todo el ejercicio, no es realizar la postura con perfección, y forzar el cuerpo en este objetivo, todo lo contrario, no hay que hacer algo que nos pueda producir dolor. He tenido profesoras de yoga que aconsejaban, si no era posible hacer una postura, cambiarla por otra más asequible, o visualizarla y seguirla con la imaginación. Lo más importante de esta praxis es acompasar la respiración con cada movimiento (en yoga, cada movimiento coincide con una inspiración o una expiración, y se señala por la profesora con total claridad), en muchos casos se aconseja cerrar los ojos, y además concentrarse en profundidad en cada movimiento, en cada respiración, en cada sensación de nuestro cuerpo. De hecho, al acabar un asana y sus correspondientes repeticiones, hay unas respiraciones de quietud, para contrastar como está nuestro cuerpo y nuestras sensaciones.

Las bondades físicas de esta disciplina, las iremos percibiendo con el tiempo, una de las que yo noté en un breve periodo de praxis fue que mi cuerpo era más elástico, y que mis respiraciones eran más profundas y por tanto menores en cantidad.

También, en lo mental, aporta una mayor tranquilidad y relajación, así como ayuda a enseñar a la mente a concentrarse correctamente.

Las diferentes escuelas de yoga, como en todo, insisten en puntos más o menos específicos. Algunas ponen más énfasis en las posturas, y en adquirir mayor fortaleza o elasticidad, y proponen asanas con mayor dificultad. En mi caso sigo una escuela menos exigente en este aspecto, pero la contrapartida es una mayor confianza en lo que hago, y eso me lleva a realizar yoga cada día en casa, entre quince y cuarenta minutos, además de las clases dirigidas por una profesora experta, de la que recomiendo mirar su blog.

En mi pequeña experiencia, he llegado a concluir que en cada tabla de ejercicios, aparte de hacerlos de forma dinámica y los que corresponda de forma estática, debe contener, como mínimo algún estiramiento, equilibrio, torsión, e inversión (cabeza por debajo de las piernas).

Si es posible, acabar con un rato de pranayama y silencio.

Los pranayamas son ejercicios respiratorios controlados, que no acostumbran a ir más allá de 24 respiraciones completas, y que ayudan a que se vaya instalando en nuestro cuerpo, y en nuestra respiración, la concentración mental y su correspondiente silencio, así como a respirar en profundidad de forma natural. Son ejercicios sencillos, al alcance de todo el mundo.

Cuando tengáis un cierto rodaje en estas disciplinas, asanas y pranayamas, descubriréis que cuando se cuentan las respiraciones en un periodo determinado de tiempo, sin otro pensamiento más que el conteo, éstas son en número inferior que cuando en vuestra mente hay algún pensamiento, de la índole que sea. Como el Yoga afirma, respiración y mente están profundamente relacionadas.

Recomiendo acceder a esta web de Ramiro Calle i a este PDF de su libro "El gran libro del Yoga", recomendado en este blog en el apartado de libros.

martes

MÁS ALLÁ DE LOS LÍMITES

Recomiendo fervientemente  este libro de Marià Corbí. El subtítulo es muy sugerente, “Meditaciones sobre la unidad”

Todo él está impregnada dela filosofía espiritual indú del Vedanta Advaita. Está estructurado en diversos capítulos referidos a temas específicos, pero en cada uno de ellos, se desarrollan por parágrafos de una gran sabiduría, que intentaré plasmar, a modo de introducción, para aquellos que os sintáis atraídos por sus palabras y enseñanzas.

Especial para estos días de oscuridad, estos días de miedos, dolor, aislamiento, incerteza, es el capítulo de la aceptación. Transcribo algún parágrafo.

“Tu actitud fundamental debe ser la acogida de lo que ocurre.
                Las cosas llegan en función de innumerables causas, sobre las cuales no tienes ningún poder.
                Si no te gustan, abandónalas. Si no puedes hacerlo, ¿Cuál es el remedio?
                Tómalas, hazlas tuyas. No hay otra alternativa.
                Aplica este procedimiento a todas las situaciones, y tendrás el corazón y la mente en paz”

Otro capítulo que amplia nuestros horizontes, Lamente y lo mental.

“La necesidad y el deseo agitan continuamente las aguas dela mente.
                Pero hay unnivel de nosotros mismos que está más allá de lo mental; un nivel que es conciencia pero que no está al servicio de la necesidad y que no está afectado por los vientos del deseo. Esa conciencia no es un actor al servicio dela necesidad del viviente, es un puro testigo desinteresado. A este otro nivel le llamamos Conciencia con mayúscula.
                Lo mental parece producto del ego, pero sólo lo parece, porque el ego es lo mental mismo. El ego y lo mental son sólo formas pasajeras del Ser-Conciencia; no tienen otra entidad que la del Ser-Conciencia”

Una de las enseñanzas que más me ha impactado de este libro es “La observación atenta, transforma al observador y lo observado”, sintetiza toda la filosofía advaita, la filosofía de la unicidad, no hay dualidad, no hay tu y yo, dentro y fuera, y pone de manifiesto que nuestra percepción sólo es eso, no es real, no es la verdad.

Transcribo el índice, que nos ayuda a ver de qué habla este libro.

                La raíz de la dualidad y la manifestación del Absoluto
                La mente y lo mental
                La persona
                El individuo, la identidad
                El método
                La distancia de si mismo: el testigo
                La indagación interior
                La indagación del propio existir: la indagación de “yo soy”
                Diversidad y coincidencia de métodos
                Atención a la atención
                El ego y la egocentración
                El desapego y la renuncia
                El abandono
                La aceptación
                La confianza en si mismo
                El no-hacer
                El amor
                El silencio
                Servir a otros
                Reformar el mundo
                La madurez espiritual
                Obstáculos
                El Maestro
                La experiencia del Absoluto
                Sólo sabes lo que no eres
                Libres de toda forma
                Lo Real
                Ser-Conciencia
                La realización
                Lareligión
                Dios
                La Verdad es pura desnudez

Aquí hay un enlace del centro CETR, donde puede accederse a una copia gratuita en PDF.