lunes

Yoga: Asanas y Pranayamas

 


Cuando oímos hablar de yoga, algunos piensan en posturas corporales imposibles y disciplines fuera del alcance del común. Esto no es correcto, igual que tampoco es correcto pensar en el yoga como una disciplina más de ejercicios gimnásticos.

El yoga es una ciencia espiritual milenaria, es una forma de encarar la vida holística, incluyendo lo material y lo espiritual. La parte más corporal, la que corresponde a los llamados asanas es la más conocida, pero su objetivo no es el que parece, poner en forma nuestro cuerpo.

Los asanas, posturas corporales, han sido creadas con el objetivo de mantener el cuerpo, un recipiente que precisa el espíritu para manifestarse,  en una forma óptima, y que permita concentrarse en la parte más sutil, y no tener que atender en tan gran medida las necesidades del mismo.

Las posturas tienen dos formas de realizarse, dinámica y estáticamente, ambas complementarias. En una tabla de asanas o ejercicios yógicos, se suceden ambas formas de ejecución. La dinámica puede confundirse con gimnasia, pero no así la estática, que consiste en realizar una postura y mantenerla durante un tiempo determinado.

Lo más importante de todo el ejercicio, no es realizar la postura con perfección, y forzar el cuerpo en este objetivo, todo lo contrario, no hay que hacer algo que nos pueda producir dolor. He tenido profesoras de yoga que aconsejaban, si no era posible hacer una postura, cambiarla por otra más asequible, o visualizarla y seguirla con la imaginación. Lo más importante de esta praxis es acompasar la respiración con cada movimiento (en yoga, cada movimiento coincide con una inspiración o una expiración, y se señala por la profesora con total claridad), en muchos casos se aconseja cerrar los ojos, y además concentrarse en profundidad en cada movimiento, en cada respiración, en cada sensación de nuestro cuerpo. De hecho, al acabar un asana y sus correspondientes repeticiones, hay unas respiraciones de quietud, para contrastar como está nuestro cuerpo y nuestras sensaciones.

Las bondades físicas de esta disciplina, las iremos percibiendo con el tiempo, una de las que yo noté en un breve periodo de praxis fue que mi cuerpo era más elástico, y que mis respiraciones eran más profundas y por tanto menores en cantidad.

También, en lo mental, aporta una mayor tranquilidad y relajación, así como ayuda a enseñar a la mente a concentrarse correctamente.

Las diferentes escuelas de yoga, como en todo, insisten en puntos más o menos específicos. Algunas ponen más énfasis en las posturas, y en adquirir mayor fortaleza o elasticidad, y proponen asanas con mayor dificultad. En mi caso sigo una escuela menos exigente en este aspecto, pero la contrapartida es una mayor confianza en lo que hago, y eso me lleva a realizar yoga cada día en casa, entre quince y cuarenta minutos, además de las clases dirigidas por una profesora experta, de la que recomiendo mirar su blog.

En mi pequeña experiencia, he llegado a concluir que en cada tabla de ejercicios, aparte de hacerlos de forma dinámica y los que corresponda de forma estática, debe contener, como mínimo algún estiramiento, equilibrio, torsión, e inversión (cabeza por debajo de las piernas).

Si es posible, acabar con un rato de pranayama y silencio.

Los pranayamas son ejercicios respiratorios controlados, que no acostumbran a ir más allá de 24 respiraciones completas, y que ayudan a que se vaya instalando en nuestro cuerpo, y en nuestra respiración, la concentración mental y su correspondiente silencio, así como a respirar en profundidad de forma natural. Son ejercicios sencillos, al alcance de todo el mundo.

Cuando tengáis un cierto rodaje en estas disciplinas, asanas y pranayamas, descubriréis que cuando se cuentan las respiraciones en un periodo determinado de tiempo, sin otro pensamiento más que el conteo, éstas son en número inferior que cuando en vuestra mente hay algún pensamiento, de la índole que sea. Como el Yoga afirma, respiración y mente están profundamente relacionadas.

Recomiendo acceder a esta web de Ramiro Calle i a este PDF de su libro "El gran libro del Yoga", recomendado en este blog en el apartado de libros.

martes

MÁS ALLÁ DE LOS LÍMITES

Recomiendo fervientemente  este libro de Marià Corbí. El subtítulo es muy sugerente, “Meditaciones sobre la unidad”

Todo él está impregnada dela filosofía espiritual indú del Vedanta Advaita. Está estructurado en diversos capítulos referidos a temas específicos, pero en cada uno de ellos, se desarrollan por parágrafos de una gran sabiduría, que intentaré plasmar, a modo de introducción, para aquellos que os sintáis atraídos por sus palabras y enseñanzas.

Especial para estos días de oscuridad, estos días de miedos, dolor, aislamiento, incerteza, es el capítulo de la aceptación. Transcribo algún parágrafo.

“Tu actitud fundamental debe ser la acogida de lo que ocurre.
                Las cosas llegan en función de innumerables causas, sobre las cuales no tienes ningún poder.
                Si no te gustan, abandónalas. Si no puedes hacerlo, ¿Cuál es el remedio?
                Tómalas, hazlas tuyas. No hay otra alternativa.
                Aplica este procedimiento a todas las situaciones, y tendrás el corazón y la mente en paz”

Otro capítulo que amplia nuestros horizontes, Lamente y lo mental.

“La necesidad y el deseo agitan continuamente las aguas dela mente.
                Pero hay unnivel de nosotros mismos que está más allá de lo mental; un nivel que es conciencia pero que no está al servicio de la necesidad y que no está afectado por los vientos del deseo. Esa conciencia no es un actor al servicio dela necesidad del viviente, es un puro testigo desinteresado. A este otro nivel le llamamos Conciencia con mayúscula.
                Lo mental parece producto del ego, pero sólo lo parece, porque el ego es lo mental mismo. El ego y lo mental son sólo formas pasajeras del Ser-Conciencia; no tienen otra entidad que la del Ser-Conciencia”

Una de las enseñanzas que más me ha impactado de este libro es “La observación atenta, transforma al observador y lo observado”, sintetiza toda la filosofía advaita, la filosofía de la unicidad, no hay dualidad, no hay tu y yo, dentro y fuera, y pone de manifiesto que nuestra percepción sólo es eso, no es real, no es la verdad.

Transcribo el índice, que nos ayuda a ver de qué habla este libro.

                La raíz de la dualidad y la manifestación del Absoluto
                La mente y lo mental
                La persona
                El individuo, la identidad
                El método
                La distancia de si mismo: el testigo
                La indagación interior
                La indagación del propio existir: la indagación de “yo soy”
                Diversidad y coincidencia de métodos
                Atención a la atención
                El ego y la egocentración
                El desapego y la renuncia
                El abandono
                La aceptación
                La confianza en si mismo
                El no-hacer
                El amor
                El silencio
                Servir a otros
                Reformar el mundo
                La madurez espiritual
                Obstáculos
                El Maestro
                La experiencia del Absoluto
                Sólo sabes lo que no eres
                Libres de toda forma
                Lo Real
                Ser-Conciencia
                La realización
                Lareligión
                Dios
                La Verdad es pura desnudez

Aquí hay un enlace del centro CETR, donde puede accederse a una copia gratuita en PDF.