domingo

La sabiduría que estás viviendo

 

Una gran sabiduría transmiten las siguientes palabras, extraídas del libro de Deepak Chopra, “El libro de los secretos”.  La primera vez que lo leí me dije, cómo es posible que todos y cada uno de nosotros no seamos conscientes de hechos tan evidentes y cotidianos, y no aprendamos toda esta sabiduría. 

El libro dice así:

"La inteligencia del cuerpo

1.                   Tienes un propósito superior

2.                   Estás en comunión con la totalidad de la vida.

T        Tu conciencia está siempre abierta al cambio: percibe momento a momento lo que ocurre en tu entorno

4.                   Aceptas a los demás como tus iguales, sin prejuicios

5.                   Afrontas cada momento con creatividad renovada, sin aferrarse a lo antiguo o lo gastado

6.                   Tu ser se mueve al ritmo del universo. Te sientes seguro y atendido

7.                    Tu concepto de eficiencia es dejar que el flujo de la vida te traiga lo que necesitas. Fuerza, control y lucha no son tu procedimiento

8.                   Sientes conexión con tu origen

9.                   Estás comprometido con la generosidad, fuente de toda abundancia

10        Valoras todos los cambios, incluso el nacimiento y la muerte, en función de la inmortalidad. Lo que menos cambia es lo más real"


Ninguno de estos temas son aspiraciones espirituales; son hechos cotidianos en el plano de las células.

"Propósito superior: cada célula del cuerpo acuerda trabajar por el bien del todo; el bienestar individual es secundario. Si es preciso, morirá para proteger al cuerpo (lo que ocurre con frecuencia). La vida de cualquier célula es muchísimo más breve que la nuestra. Las células de la piel mueren por cientos cada hora, al igual que las inmunológicas que combaten los microbios invasores. El egoísmo resulta inconcebible, incluso cuando la supervivencia de las células está en juego.

Comunión: cada célula permanece en contacto con todas las demás. Hay células mensajeras que corren en todas direcciones para notificar a los puestos avanzados más lejanos cualquier intención o deseo, por pequeño que sea. Retirarse o negarse a comunicar resulta inconcebible.

Conciencia: las células se adaptan a cada momento. Son flexibles para responder a cada situación. Mantener hábitos rígidos resulta inconcebible.

Aceptación: las células reconocen que cada una es igualmente importante. Todas las funciones del cuerpo son interdependientes. Realizarlas de manera aislada resulta inconcebible.

Creatividad: aunque cada célula cumple funciones específicas (las células hepáticas, por ejemplo, realizan 50 tareas distintas), éstas se combinan de manera creativa. Una persona puede digerir alimentos que nunca había comido, concebir pensamientos nuevos o bailar de un modo nunca visto. Aferrarse a conductas anquilosadas resulta inconcebible.

Estar: las células obedecen al ciclo universal de reposo y actividad. Aunque este ciclo se manifiesta de distintas formas (niveles hormonales fluctuantes, presión sanguínea, ritmos digestivos), su expresión más obvia es el sueño. Sigue siendo un misterio por qué necesitamos dormir, pero si no lo hacemos sufrimos disfunciones graves. El futuro del cuerpo se incuba en el silencio de la inactividad. La actividad obsesiva o la agresividad resultan inconcebibles.

Eficiencia: las células operan con la menor cantidad posible de energía. En general, sólo almacenan tres segundos de alimento y oxígeno dentro de la pared celular. Confían totalmente en que se les proveerá. El consumo excesivo de alimento, aire o agua resulta inconcebible.

Conexión: debido a su herencia genética común, las células saben que, en esencia, son iguales, el hecho de que las células hepáticas sean diferentes de las cardiacas, y las musculares de las cerebrales, no contradice su identidad colectiva, que es inalterable. En el laboratorio, una célula muscular puede transformase genéticamente en célula cardiaca refiriéndole a su origen genérico, Las células saludables permanecen vinculadas a su origen sin importar cuántas veces se divida. Vivir en aislamiento resulta inconcebible.

Dar: la actividad principal delas células es dar, lo que mantiene la integridad del resto. El compromiso total con la concesión produce automáticamente la recepción, la otra mitad de un ciclo natural. El acopio resulta inconcebible.

Inmortalidad: las células se reproducen para transmitir a su descendencia, sin restricciones, su conocimiento, experiencia y talentos. Es una clase de inmortalidad práctica; someterse a la muerte en el plano físico, pero vencerla en el no físico. La brecha generacional resulta inconcebible.

        Es lo que mis células han convenido ¿No es un pacto plenamente espiritual? La primera cualidad –seguir un propósito superior- corresponde a los atributos espirituales de renunciación o desprendimiento; dar es devolver a Dios lo que es de Dios; la inmortalidad coincide con la creencia en la vida después de la muerte. Sin embargo, al cuerpo no le conciernen los apelativos adoptados por la mente. Para él, estas cualidades son simplemente la manera en que funciona vida, el resultado dela expresión biológica dela inteligencia cósmica a lo largo de millones de años. El misterio de la vida manifestó si potencial pleno con gran paciencia y cuidad; aun hoy, el acuerdo que mantiene unido mi cuerpo parece un secreto porque, a juzgar por las apariencias, no existe. Más de 250 clases de células realizan sus actividades diarias (las 50 funciones que cumplen las células hepáticas son exclusiva de ellas y no se superponen alas de las células musculares, renales, cardíacas o cerebrales) y sería catastrófico que tan sólo una de ellas se malograra. El misterio de la vida ha encontrado el modo de expresarse perfectamente por mi conducto."