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ROSARIO MONUMENTAL (Montserrat)



Uno de los atractivos de ir a Montserrat es poder visitar el llamado Rosari Monumental. Lo podemos encontrar siguiendo el camino de la Santa Cova.

Al salir del cremallera, o del aéreo, dos formas de transporte público para llegar a Montserrat, podemos acercarnos un momento a ver la Moreneta, o directamente coger  el camino hacia la derecha, perfectamente indicado. Es un camino con una fuerte pendiente, sobre todo al principio (recordemos que luego hay que subirla).

Por cierto, este camino fue encargado y pagado por la Marquesa Gertrudis Montserrat Vives (1693) que casi consigue arruinarse, pero ello permitió que quedaran los espacios necesarios que se utilizaron luego para los quince misterios.

Casi al inicio encontramos una escultura moderna, del escultor Subirats, que también ha hecho esculturas para la Sagrada Familia de Barcelona, que representa a Santo Domingo de Guzmán, que ya en el siglo XIII empezó a difundir el rezo del rosario, todo y que no fue sino hasta el siglo XIX que se hizo totalmente conocido y recomendado por la Iglesia Católica.

Llegamos a una plazoleta, con una fuente i el final del funicular que permite evitarnos la fuerte pendiente inicial, y aquí ya encontramos los primeros monumentos que representan los dos primeros misterios de gozo.

Todos y cada uno de los monumentos fueron subvencionados por familias o personas de la burguesía catalana del siglo XIX y XX, encargados a grandes arquitectos de la época, y magníficos artistas y artesanos, que compitieron para mostrar la mejor representación posible del misterio encargado. No se hicieron en el orden lógico, sino que cada cual eligió aquel motivo que más le motivaba y que quería pagar.

Elijo uno de cada grupo, los que a mí me parecen más hermosos, pero no son los únicos. Los mejor trabajados, creo yo,  son los misterios de dolor, todo y que los de gloria también son muy bonitos.

Por la fecha que se hicieron en este camino los monumentos, todavía no se había ampliado el Rosario con el grupo de los misterios de luz, que se implementaron durante el siglo XX, en el papado de Juan Pablo II.

Nacimiento de Jesús en Belén (gozo)


La oración de Jesús en el huerto (dolor)


La resurrección de Jesús (gloria)