domingo

LA LLEGADA (film)

Esta película la incluyo en la página principal, porque no es una película al uso. Si vas a ver ciencia ficción, te resultará entretenida, y hasta misteriosa. Si vas a ver un drama humano, nada que decir, lo es y muy profundo. Sin embargo, para mí, eso no fue lo importante, son capas que pueden leerse en su narración, pero son las capas superficiales.

En la profundidad plantea cuestiones de índole espiritual que no se pueden ver de entrada, o así me lo parece. Los alienígenas, con una extraña apariencia de pulpo gigante, parece que, con toda la capacidad que deberían tener para poder crear unas naves que les permitan desplazarse por el espacio a distancias increíbles, no son capaces de trasmitirse o comunicarse, hasta que llega una lingüista experimentada, y un matemático de mente abierta.

Como es de temer, los seres humanos no dan la talla, y ante lo desconocido, se plantean destruir las naves, y la protagonista, in extremis, salva la situación.

Todo este argumento parece uno más de las muchas películas de acción a las que nos hemos acostumbrado. Sin embargo, no es cierto. Y no lo es porque en un determinado momento de tensión, cuando todo parece perdido y ella sube sola a la nave, tras un atentado perpetrado por un grupo de militares machitos alfa asustados, y que acaba con la vida de uno de los alien, su contacto es directo, sin pantalla protectora, y es entonces cuando se comunica como si nada, entiende sus extraños símbolos al instante, y ella también es comprendida. Aquí le transmiten el verdadero motivo de su venida, “ahora os ayudamos a vosotros, y dentro de 3000 años necesitaremos vuestra ayuda”.

Y este es el núcleo del relato. Ella es iniciada, y puede moverse en el tiempo, como una dimensión más, y así lo que sabe en el futuro, lo puede utilizar en el presente, porque es necesario, y aunque conoce el futuro, y puede vivirlo como pasado, como presente, eso no quiere decir que pueda cambiarlo, porque lo que sucederá es como si ya hubiera sucedido. Una raza tal ha de tener una gran base espiritual, pues el tiempo y el espacio son abarcados desde otra dimensión.

La película acaba con la partida de las naves, que desaparecen, se disuelven en el espacio. Han transmitido el mensaje, y como cualquier maestro espiritual de nuestro planeta, luego se aparta, permitiendo que los discípulos hagan sus propios avances.