"Esta invocación no es propiedad de ningún individuo o grupo en especial. Pertenece a toda la humanidad. Empleándola o estimulando a otros para que la reciten, no se favorece a ningún grupo ni organización determinado.

Así lo indica Alice A. Bailey, la persona que canalizó esta información, y la difunció por todo el mundo.
Fué también la fundadora de la Escuela Arcana, en la que se difunden y estudian los libros que escribió, cuyo contenido no ha dejado de investigarse en todos estos años. Ver la web de Fundación Lucis, con los libros en castellano.
La gran invocación puede ser usada como base de una meditación, en la que se visualizen y mediten los distintos apartados de que está compuesta.
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