"Al preguntar a Sri Nisargadatta
sobre su pasado, él abreviaría la cuestión diciendo que el pasado no existe y
que nunca pasó nada. Aún así, por sus familiares y amigos podemos averiguar que
nació en Bombay y se crió en Kandalgaon, un pueblecito en el distrito de
Ralnagiri, al sur de Bombay. Al nacer en el auspicioso día del aniversario de
Hanuman, en marzo de 1897, se le dio el nombre de Marutti.
Su padre Shivrampant Kampli y su madre Parvatibai fueron
muy espirituales. Shivrampant primero fue sirviente en la casa de un
comerciante en Bombay, hasta que en un año de plaga abandonó Bombay y compró un
poco de tierra en Kandalgaon, donde vivió la vida de un pequeño granjero hindú.
Allí tuvo la suerte de hacerse amigo de un Brahmín, pobre pero instruído. Vishnu Haribhau Gore, con el que mantenía largas discusiones sobre temas religiosos, a las que asistía el joven Maruti con gran atención. Para él, Gore era el hombre ideal, sabio y bondadoso, honesto y trabajador, lleno de coraje.
Las prácticas religiosas en casa y las discusiones paternas
con Gore, fueron las influencias más fuertes en la infancia de Maruti. Su
adolescencia se dividió entre la escuela primaria del pueblo y ocuparse de las
tareas usuales de la granja, sacar el ganado y ayudar a su padre en la labranza
de la tierra.
El joven Maruti tenía una mente inquisitiva y despierta,
siempre cuestionando la Naturaleza y sus leyes. La variedad de condiciones
humanas en que vivió lo llevaron a preocuparse de la sociedad y sus
estructuras, al hacerse muy pronto consciente de las vastas disparidades que
había entre las gentes.
Shivrampant murió en 1915 dejando cuatro hijos y dos hijas.
Los ingresos de la granja no eran suficientes y el hermano mayor tuvo que salir
para Bombay y al año siguiente Maruti siguió a su hermano en 1918, y en 1924 se
caso con Sumatibai, quien le dio un hijo y tres hijas.
Maruti comenzó su vida en Bombay como empleado en una
oficina, pero su temperamento enérgico e independiente pronto lo llevó a los
pequeños negocios, abriendo una tienda de “ bidis” , cigarrillos liados a mano
según la costumbre campesina. Su negocio prosperó de forma modesta y en pocos
años tenía varias tiendas pequeñas que fabricaban y vendían los “ bidis” . Pero
los negocios no pudieron apaciguar su hambre interior. Las viejas preguntas
sobre el mundo, el hombre y Dios, pedían respuestas.
Entre sus amigos había uno llamado Yashwantrao Bagkar, un
hombre inteligente y dedicado a la búsqueda interior, discípulo de Sri
Siddharameshwar Maharaj, de la Navnath Sampradaya. A menudo solían tener
discusiones sobre temas religiosos y filosóficos, y un día, Bagkar llevó a
Maruti a ver a Sadgurú, y aunque Maruti quedó conmovido por su persona y su
enseñanza, declaró llanamente que todo el asunto lo sobrepasaba. Sin embargo,
continuó asistiendo a sus charlas y recibió un mantra e instrucción en la
meditación. Pronto en su práctica Maruti comenzó a tener visiones y a caer en
trances. Estas manifestaciones primarias cesaron pronto, dando lugar a una
absorción en el ser más profundo, que de pronto brilló como la única Realidad
existente, la fuente de la verdad abrasadora y del amor que todo lo abarca.
Esto ocurrió entre 1933 y 1936.
Sri Siddharameshwar murió en 1936 y en 1937, Maruti,
abandonando negocios y familia se convirtió en un monje errante, peregrino de
la vasta y variada escena espiritual hindú. La infancia pueblerina lo había
curtido para viajar a pie. La comida nunca fue problema. Por la gracia de su
Guru siempre tuvo comida decente disponible, ofrecida con respeto. En su camino
a los Himalayas, donde planeaba pasar el resto de su vida, encontró a un
condiscípulo que le convenció de la insuficiencia de una vida totalmente
apartada del mundo y del mayor fruto espiritual que suponía la templanza en la
acción. Sri Nisargadatta Maharaj rehizo sus pasos.
A su regreso a Bombay encontró su negocio arruinado,
quedando solo un pequeño puesto de bidis. Satisfecho con poco, todas sus
ambiciones extinguidas, llevó el pequeño el pequeño negocio para mantener a su
familia, dedicando toda su energía a la sadhana espiritual. Nada se hizo con
esfuerzo consciente; cualquier cosa que realizó ocurrió de modo espontáneo,
bajo la dirección interior obedecida implícitamente. El mismo se construyó un
lugar para meditar levantando una primera planta sobre la tienda. Su vida
diaria fue muy regular, con alimento, sueño y conversación reducidos al mínimo.
La devoción a su Gurú fue total y exclusiva. Nunca visitó templos o santos.
Poco después del regreso de su peregrinaje, la gente atraída por su sabiduría y
elocuencia, comenzó a agruparse en la calle junto a la tienda. El les hablaba
siempre que el trabajo le dejaba libre. Más tarde, cuando su hijo se encargó de
la tienda, las reuniones pasaron de la calle a la casa.
A lo largo de los años, hasta su muerte en Septiembre de
1981, Sri Nisargadatta estuvo siempre accesible para todos aquellos que
buscaban la compresión de si mismos. Era suficiente sentarse y escucharle para
encontrarse a uno mismo más allá del tiempo y del espacio. Los problemas de la
existencia y la consciencia, de la vida y la muerte, el dolor y el placer,
fueron investigados siempre desde un ángulo nuevo, conduciendo a una visón más
profunda de uno mismo. El maestro siempre estaba ahí, con su sonrisa benigna y
el testimonio de su experiencia personal directa. Si la sabiduría puede
definirse como la habilidad para separar lo verdadero de lo falso, entonces Sri
Nisargadatta es realmente un maestro de sabiduría.
Demasiado a menudo oímos disertaciones sobre el pecado y el
fracaso, sobre las “ noches oscuras del alma” y “ los karmas opresivos”, pero
Sri Nisargadatta estaba peculiarmente liberado del menosprecio y la condena;
para él, el pecador y el santo eran meramente papeles intercambiables; el santo
pecó y el pecador será santificado. Lo que les separa es el tiempo, y es el
tiempo el que los reunirá. El maestro no evalúa, lo único que le incumbe es “el
sufrimiento y el final del sufrimiento”. El sabe por propia experiencia que las
raíces del dolor están en la mente y que la mente debe ser liberada de sus
hábitos destructivos y distorsionantes. Entre éstos, la identificación del Ser
con sus proyecciones, es el hábito más fatal. Por precepto y ejemplo Sri
Nisargadatta Maharaj muestra un atajo, ilógico pero cimentado empíricamente,
que opera cuando es comprendido."
(extraido de sus libros)
En esta web de Sri nisargadata y en Wikipedia, se pueden encontrar más informaciones.
En este enlace encontrarás libros e información para descargar
Sri Nisargadatta es un claro representante del Vedanta Advaita, una de la corrientes principales del pensamiento espiritual de la India. En este enlace encontrarás más información.