Los holandeses trajeron este mineral de Ceilán (Sri Lanka) sobre el año 1700
y bautizaron esta piedra basándose en la palabra del cingalés “turmali” o
“turamali”, que significa “piedra multicolor” y “piedra que atrae las cenizas”.
Puede presentar prácticamente
todos los colores, desde incoloro (acroíta) hasta negro (chorlo), pasando por
el marrón (dravita), rojo, amarillo, azul, rosa y verde; prevaleciendo los
verdes oscuros y tonalidades rosas en las variedades. La más valiosa es la de
color verde más parecido al verde esmeralda (turmalina paraíba). La más rara, la
variedad azul (indigolita), aunque pueden encontrarse ejemplares en tiendas
especializadas. La turmalina rosa rojizo se llama rubelita, y la verde, verdelita.
Hay turmalinas que presentan varios colores en el mismo cristal. Los ejemplares
que presentan una simetría radial del rojo (central) al verde (borde externo)
se conocen como «turmalina sandia».
En el aspecto físico, su acción es muy variada: tanto en el aspecto
dermatológico como en los órganos internos, la regeneración de las células y
tejidos, la purificación, el sistema nervioso para citar sólo algunos. Se la
puede llevar siempre encima o aplicarla sobre la parte del cuerpo dañada.
En astrología, no se la puede relacionar a un signo en concreto pero de
forma general, queda asociada a los signos de Cáncer, Géminis y Escorpio.
Una de sus características es su
estriado natural (tubular vertical) y su sección triangular, sobretodo en la
forma chorlo. Es por ello un potente canalizador que transforma la energía
densa y negativa, en energía luminosa, ya que atrae aquellas para enviarlas al
centro de Gaia, donde estas energías negativas son transmutadas.
De manera general, la turmalina aclara el espíritu y el alma. Equilibra y limpia los chakras. Genera un campo
protector alrededor del cuerpo. Expresa el equilibrio interno y externo.
Las turmalinas que se indican a continuación pueden encontrarse con relativa facilidad en tiendas especializadas de minerales.
Turmalina negra (Chorlo): Es una
piedra opaca, de color negro intenso. Hay dos tipos, una de caras lisas y final
en cristalización triangular, de tacto oleoso, y la otra con estrías muy
marcadas, semejante a la verdelita. Esta última tiene las mismas propiedades
que la otra, pero con mayor potencia, debido a su cristalización.Es
especialmente adecuada para desviar las energías negativas del entorno. También
protege contra las radiaciones electromagnéticas (teléfonos, ordenadores, …).
Turmalina verde (Verdelita): Sabe purificar y fortalecer el sistema nervioso. El cuerpo físico regula su frecuencia según la energía de esta turmalina, y modifica el equilibrio hormonal. Alivia la fatiga crónica y el agotamiento. Esta piedra se adapta a las necesidades específicas del que la lleva.
Turmalina rosa o rojiza
(Rubelita): Esta piedra, junto con la Kuncita y el Cuarzo Rosa, forman la
tríada del chakra corazón. Es el hacedor de amor del reino de la materia.
Infunde alegría y entusiasmo. Utilizar esta piedra, mueve el corazón a
liberarse de los sufrimientos pasados y a confiar de nuevo en el poder del
amor. Muchas enfermedades se originan y arraigan en el dolor emocional, de ahí
el poder curativo de esta piedra.
En los siguiente enlaces puedes encontrar más información sobre esta maravillosa piedra.
Wikipedia
Tienda fotos
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